El director del centro independiente de investigación económica y social explicó las razones detrás del incremento en el precio del diésel y la importancia de una transición gradual para mitigar sus efectos.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo ha justificado el reciente aumento en el precio del ACPM, o diésel, señalando dos razones fundamentales: el impacto fiscal del subsidio y las implicaciones ambientales.
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Según Mejía, la diferencia entre el precio de venta del ACPM en Colombia y el precio internacional genera un subsidio que cuesta al país alrededor de 12 billones de pesos anuales. Esta cifra, considera el experto, es insostenible y requiere una gradual eliminación.
Además de la carga fiscal, Mejía enfatiza el componente ambiental. Al ser un combustible fósil, el ACPM contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y contamina el ambiente. Por lo tanto, subsidiar su consumo va en contra de las políticas ambientales sostenibles.
El director de Fedesarrollo coincide con el ministro de Hacienda en la necesidad de ajustar los precios del ACPM, pero sugiere una implementación gradual similar a la realizada con la gasolina. Esta gradualidad, argumenta, permitiría mitigar los efectos negativos del aumento en un período más largo, como ocurrió con la gasolina.
Mejía destaca que el éxito del aumento gradual en el precio de la gasolina se debió a que permitió una adaptación más suave del mercado. Por ello, considera que esta misma estrategia podría aplicarse al ACPM en los próximos ajustes previstos para el 2025.
Fuente: Noticias Caracol
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