Del Sexo y otros demonios
“De sexo no se habla en la mesa ni en reuniones sociales” ésa ha sido la consigna de urbanidad y buenas maneras que he escuchado desde chiquita, tal vez por eso es que nos hemos criado como una sociedad mojigata incapaz de expresarse y vivir libremente algo tan natural y bello como nuestra sexualidad.
El Sexo ha sido y sigue siendo un tema tabú, de esos que hay que coger con pinzas en las conversaciones, así hayamos superado algunas barreras como la religión (no del todo por supuesto) que castraron de tajo emociones como el deseo y el placer, encasillándolos en la culpa como método de miedo y castigo.
Creencias sociales de género, culturales y en gran medida religiosas han inhibido el goce y disfrute que como seres humanos tenemos derecho a experimentar al nacer, tal parece que esas sensaciones como el fuego, necesitaran ser apagadas rápidamente con un baldado de agua fría.
De ahí tantos vacíos existenciales, tanta falta de auto conocimiento y por ende auto confianza, tantos miedos y perversiones que nacen del rechazo, la prohibición y la “maldad” que ha rodeado el tema de la sexualidad y el erotismo.
Así como cualquier barrera que impide el crecimiento y desarrollo personal, las que circundan al sexo también deben ser liberadas de la esclavitud que nace de la ignorancia. El cuerpo como vehículo de manifestación en este plano existencial se hizo justamente para expresarse, para permitir a través de él experiencias físicas que nos hagan comprender mejor el camino sutil hacia una expansión espiritual.
Dejar de ver y vivir el sexo desde el miedo es volver al Amor que somos, el que libremente se descubre y se comparte, el que respeta las reglas que parten solo de la consciencia de unidad, pues quien comprende ésta máxima universal podrá espejarse en el otro como así mismo, por eso no lo dañará, no lo juzgará y no podrá verlo diferente a la perfecta creación que es.
Hablemos de sexo en la mesa, en las reuniones y donde nos plazca, vivamos desde la esencia con la que vinimos al mundo despojados de pesadas creencias que solo crean traumas e infelicidad y que a través de la historia han sido utilizadas como método de control y manipulación. Feliz Vida!!!
Espero tus comentarios y opiniones en mi correo felizcomobeatriz@gmail.com
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