Ir en contracorriente, esencia del emprendedor

El emprendimiento Latino,

El cambio no será solo con entrenamiento…

Para ser emprendedor, debe ir en contracorriente.

Por: Leonardo Garzón B, Life Coach certificado.

Hace unos años, cuando cursaba una especialización universitaria, uno de los profesores presentó un estudio, cuyo eje temático afirmaba que así como heredamos en nuestros genes el color del cabello, la forma de la nariz, el color de la piel y de los ojos, la estatura y otras características físicas, también heredamos pensamientos y especialmente comportamientos; desde ese entonces me interesé mucho en estudiar los comportamientos culturales y sus resultados, encontrando orígenes ancestrales en comportamientos actuales.

Del mismo modo encontré en el libro «La urbanidad de Carreño», escrita por el venezolano, Manuel Antonio Carreño, una frase que me recordó mis tiempos de estudiante, parafraseando: «la urbanidad, los modales y las buenas costumbres se logran a través de 3 generaciones», esta misma frase me llevó a una de las “Diez Palabras” más famosas y renombradas conocidas como los Diez Mandamientos donde cita el autor en el Libro del Éxodo «Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.» Exodus 20:5c | NVI.

No quiero hacer algo de lo cual no soy un experto, en generar una disertación bíblica, teológica o social; quiero es resaltar una conclusión a la cual me ha llevado esto y en la cual quiero basar este escrito referente al emprendimiento.

«Todo lo que hacemos es el resultado de nuestra herencia genética y cultural»

En ese sentido cobra valor cuando ciertos términos se vuelven moda y se generan muchos ambientes de capacitación al respecto e información infinita en las redes, pero el resultado social sigue siendo el mismo: ¡Obtenga Liderazgo!, ¡Conviértase en Empresario!, ¡Logre Bienestar!, ¡Consiga Fortuna!, ¡Sea un Emprendedor Exitoso!, entre muchos otros términos que no llevan a consolidar un cambio significativo y sostenible.

Las estadísticas en Latinoamérica continúan siendo las mismas, cerca del 90% de los proyectos empresariales iniciados no superan los próximos 3 años, y resulta interesante pensar en la frase que en algún tiempo fue abanderada «quien tiene la información tiene el poder», pero hoy día estamos inundados de información, seminarios de todo tipo, cursos gratuitos por doquier que te entregan todo lo necesario en conocimiento para ser un emprendedor, y curiosamente todo termina dentro de las mismas estadísticas.

Para entender el éxito en el emprendimiento, solo me bastó mirar a ciertas culturas en las cuales estas estadísticas no son ni similares; todo depende de la mentalidad de proceso, la paciencia disciplinada pero con propósito, la visión interna y muchos otros factores que en estas latitudes solo reconocemos como palabras o buenos eslóganes, pero lo que reúne todo esto me interesó aún más, es un comportamiento cultural; es cuando las cosas que hacemos, no sabemos por qué las hacemos y todo un conglomerado de personas que conviven lo aceptan y están de acuerdo, y todos igualmente confluyen bajo el mismo propósito.

Con la intención de contextualizar esta idea me remito al siguiente ejemplo: un vendedor ambulante, en cualquiera de los países latinoamericanos, aborda un bus de servicio público y con su saludo excesivamente cordial, con el fin de asestar el primer golpe sicológico de chantaje, ofrece sus productos después de una triste historia de telenovela que es el segundo chantaje. Como resultado, la mayoría de las personas se compadece y se alinea con su propuesta, lo que representa aceptación de esta actividad así no compren, sabiendo que la ley lo prohíbe; eso es un comportamiento cultural.

Esta misma historia en otro contexto, en países como Suiza, Canadá o Alemania, levantaría otro tipo de comportamiento del aglomerado de personas, tal vez a no permitir que esto suceda o a llevar a este individuo ante las autoridades por perturbar la intimidad y la libertad de los ciudadanos, lo cual también obedece a un comportamiento cultural.

Para desarrollar y fortalecer el emprendimiento latino, es necesario que todos los conceptos que se aprenden en los claustro de estudio se vuelvan culturales, en el ejemplo del vendedor en el bus, nadie puso de acuerdo a las personas, ni se detuvieron a pensar en los impactos económicos, simplemente reaccionaron a algo que está en el corazón, no en la cabeza, sin decir que esto sea bueno o malo, ya que los individuos del otro país también reaccionarían a algo que está en sus corazones no en sus mentes.

Cuando te vuelves emprendedor tienes que ir generalmente en contracorriente, haces cosas diferentes, actúas diferente, las ideas innovadoras necesitan abrirse espacio en medio de un torrente de productos y servicios ya establecidos que no quieren ser desplazados, debes generar una necesidad o cubrirla, te vuelves objetivo de miradas críticas sin sentido, arriesgas el todo por el nada, te quedas solo entre un tumulto de gente, pero cuando te mantienes después de un periodo de tiempo, que generalmente se siente muy largo, la gente comienza a respetarte, y en iguales condiciones de tiempo y fortaleza, las personas empezarán a estar de tu lado, pero es sorprendente saber que pasar por todo ello, solo se logrará con un cambio cultural que nacerá en el corazón a través de una visión interior que nos sostenga casi imbatibles.

Cambiar nuestro comportamiento requiere de un profundo proceso de desaprender para poder crecer, de eliminar ideas preconcebidas en nuestro medio y reemplazarlas por otras que solo se quedaran allí por medio de creer en algo que aún no vemos, el camino del cambio es duro y fuerte, pero no nace en nuestro conocimiento ni en nuestra mente donde se atesoran todos los invaluables tesoros de lo aprendido, se logra cuando es implantado en nuestro corazón.

Durante más de 12 años he aprendiendo y enseñando a otros a emprender proyectos exitosos, el mayor obstáculo siempre ha sido el cambio de comportamiento interno, es decir reaccionar externamente a la influencia mediante una cultura interior establecida y diferente que me sostendrá en el camino de lograr objetivos deseados, en medio de una sociedad acostumbrada a la mediocridad y donde se critica al que comienza a surgir, es un camino en el que hemos acompañado a muchos pero que sabemos que cualquiera con un mínimo de fe lo podría lograr.

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